domingo, 22 de abril de 2007


(a la locura y a la realidad)

Ella sabe que fui una revoluciòn

Sabe que la saquè de allì para ponerla màs allà

Hice todo lo que pude y huì, pero no como un cobarde

Sino como un hèroe, la despertè de entre los muertos

La saquè de las cavernas

`ella ha visto la luz`, y lo sabe

Pero no pudo afrontarlo

Nunca pudo afrontar nada, todo la superò

A mi me superò su condiciòn de superada

Pero no ^superada^, sino superada

En estado de supura constante

Por que cuando te sangran en los ojos no podès ver

Y las aves gritaràn en mis oidos sus grandes ideas:

Muerte a los violines del corazòn

Alfrombras rojas para la subjetividad

Para el prejuico que a uno lo aterra

Por que debajo de un tren ella no me necesitarìa

Por que debajo de un tren, no la necesito

Nunca la necesitè,

Desde pequeño nunca he necesitado a nadie

Y si a alguna mujer le dije: `te necesito´

Le he mentido,

Creo que he mentido demasiado en mi vida

Y pasè a ser un rayo de sinceridad

Una asquerosa sinceridad

que se retuerce entre las ramas del razonamiento

por que si fuese ave serìa un cuervo

por que si fuese un general serìa Gabriele D’Annunzio

por que si fuese un dios serìa Leuviak

y no quiero que vosotros me entregueìs sus flores de cobardìa

no quiero ver como dejàis caer sus làgrimas sobre mis mariposas

por que la realidad me hace stripteases decadentes

maldita puta barata, no quiero sentir tu piel

ya has conquistado a demasiados idiotas.

Mejor destierra tu presencia de mi mente.